El presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, uno de los oradores del evento online por la celebración del Día Internacional de las Pymes:
Desde hace mucho tiempo venimos transitando las famosas grietas, unos de un lado otros del otro, y eso no ayuda para construir lo que no pudieron, no supieron o no quisieron construir todos los gobiernos que pasaron en nuestro país en los últimos 90 años.
Los empresarios, especialmente las pymes, tenemos una enorme capacidad de resiliencia. Lo que pasa es que no nos dejan tranquilos, cuando empezamos a caminar nos empiezan a mover el piso y así resulta muy difícil poder avanzar. Por eso es que comentaba de la cantidad de fallecimientos de pymes en nuestro país. En todo el mundo sucede, pero acá está un poquito bastante más complicado.
Los empresarios no deben cogobernar ni levantar banderas partidarias, pero al mismo tiempo tampoco los gobiernos deben involucrarse en los asuntos internos de las entidades empresarias.
Cada uno debemos hacer nuestra tarea, nuestro trabajo, defendiendo a los sectores que representamos que son muchos en un un país donde existe un sesgo anti empresario muy marcado. De todos los colores de gobiernos que pasaron por nuestra Argentina.
Hoy lamentablemente vemos que hay varias generaciones que viven de subsidios del Estado y así es muy difícil construir una sociedad productiva.
Todos hablan de que hay que luchar contra la pobreza y la única forma de salir de ese estigma es generando riquezas y el único que lo puede generar es el sector privado. Es decir, incentivando a que haya más empresarios dispuestos a invertir y generar puestos de trabajo.
No hay otra manera: educación y trabajo. Educación es volver a la epopeya de nuestros abuelos o nuestros padres que vinieron a principios del siglo XX a trabajar, a progresar y a que sus hijos sean mejores. Y hoy lamentablemente vemos que hay varias generaciones que lamentablemente viven de subsidios del Estados y así es muy difícil construir una sociedad productiva.
Tienen que dejar de vernos a los empresarios como los malos de la película. No somos los responsables de la inflación, no somos los responsables de la escalada de los precios y menos nosotros que conformamos el último eslabón de la cadena. No somos formadores de precios.