El Día de la Industria encuentra al sector abocado a buscar respuestas ante la complejidad y las demandas de la realidad, pero también con un renovado esfuerzo para proyectarse de cara al futuro. Más allá del escenario de incertidumbre política, económica y financiera, hacer frente al riesgo es un rasgo distintivo del mundo empresario.
Es que no son épocas fáciles para muchas de las industrias en la Argentina, con observar los indicadores que analizan la economía nacional, rápidamente podemos percibir las dificultades que se están atravesando en el país, desde la caída de la actividad industrial o la construcción, hasta los vaivenes financieros, los problemas para importar insumos, suba de precios, dólar; en este contexto, además, la industria debe prepararse para los desafíos que se vienen, ya que más allá de analizar y superar contingencias del presente, hacen de la visión a futuro un insumo indispensable para aportar al crecimiento de sus empresas, y de esta forma dinamizar una economía que necesita del sector para superar los contratiempos que han sido una constante en estos años.
No obstante ello, nuestro reconocimiento: en primer lugar, al trabajo de un grupo de industrias de la Ciudad, que hace años aportan al crecimiento de La Plata y la Región. Al observar a las industrias platenses nos encontramos con inicios de similares características, con un presente que las liga, donde la mejora de los procesos de producción, la calidad de los productos, como también, la vinculación con la Comunidad las distinguen y posibilitan su desarrollo local como su proyección nacional e internacional.
Pensar a la industria del futuro, que apela a elementos como el compromiso comunitario y el respeto ambiental como constantes para enriquecer su capital son, actualmente, factores ineludibles para analizar el progreso del sector. El sector industrial es clave para la economía: su incidencia en la creación de puestos de trabajo de calidad y la importancia de su producción además de tener impacto en lo económico, también moldean a la sociedad y redefinen las estructuras de las ciudades.
Por ello, el contexto, si bien con muchas notas de dificultad e incertidumbre, parecería ser el terreno propicio para determinar estándares mínimos en cuanto a seguridad jurídica, reglas trasparentes y estabilidad económica a exigirse al gobierno por venir, que permita conjugar el modelo agroexportador del país con una emergente industria nacional que agregue valor a las materias primas y recursos generados en nuestro territorio.
Federico Melia, presidente de la CCIyS